martes, 23 de septiembre de 2008

Se hará la luz

Con la vuelta a este nuevo semestre, hemos llegado, pero esta vez como taller 4. Pero esta vez no es solo una vuelta a la universidad o a un taller, sino que hemos sido llamados por la PYME ilku.

Suena como un llamado de superhéroe, tal vez demasiado dramatizado, puede que sí, pero por lo menos desde mi punto de vista es así.

¿Por qué lo digo?, bueno, detallaré mi perspectiva, un poco fría, pero perspectiva al fin y al cabo:

Hace un par de semanas visitamos la micro empresa de luminaria ilku, con la cual trabajaremos durante el semestre. Esta fábrica a pequeña escala se encuentra en Quilpué, la cual trabaja a pedido con clientes muy cercanos, los cuales siguen adquiriendo luminaria, la cual se distingue de sus competidores carnívoros de china gracias a la alta calidad de un producto desarrollado con mucha dedicación y trabajo casi artesanal.

Lamentáblemente, mientras conversábamos con la dueña de ilku, me dio la impresión de que eramos una especie de salvavidas, los superhéroes llamados con un grito de socorro para no morir en estos tiempos tan competitivos. Y lo denomino socorro por el hecho que no existían parámetros fijos en los cuales trabajar, me refiero a algún tipo de idea del desarrollo posible.

Quedó de manifiesto el carácter heredado de la empresa, esas empresas formadas con la idea de manetenerse en el tiempo con un cierto esfuerzo que suponía una estabilidad lineal de la competencia nacional e internacional, pero como todos bien sabemos las cosas han cambiado desde la fundación de ilku.

Nos encontramos frente a un mercado cambiante, en el cual "te lleva la corriente si te duermes". Esto queda claro con el surgimiento de China como potencia importadora de diferentes elementos, dentro de ellos luminaria. Esto es lo que no se comprende, ya que por parte de esta PYME, el concepto de competir no existe, y no como el "no competir" de Apple (en el cual se habla soberbiamente de que ellos siempre están un paso más adelante de la competencia), sino el del taparse los ojos frente a una calidad de producto (que si bien es buena) pero no suficiente por sí sola para poder mantenerse en el mercado.

Parece pesada mi visión, pero creanme, no por criticar el asunto me desagrada, de hecho es lo contrario: ME GUSTA!.

Si bien el encargo es difícil, no es imposible, y es necesario poder ver entre líneas para poder desarrollar el encargo. No se trata de llevar a ilku a competir con grandes productores (cantidades producidas), sino ser capaces de elevar a ilku por sobre la competencia, crear el elemento diferenciador que permita destacar estas luminarias como un producto exclusivo.

Por nuestra parte, Gianfranco y yo creemos que el trabajo consiste en destacar el carácter casi artesanal, la dedicación a cada pieza, los materiales utilizados (metales de alta calidad) y el futuro diseño (el cual se encuentra en nuestra manos), una especie de Rolls Royce del sector luminaria.

El trabajo es mucho y el tiempo es poco, solo queda esperar lo mejor de cada uno de nosotros, alumnos de taller 4 - 2008. Que empiece la maratón de flujo diseñístico.


No hay comentarios: