Con la vuelta a este nuevo semestre, hemos llegado, pero esta vez como taller 4. Pero esta vez no es solo una vuelta a la universidad o a un taller, sino que
hemos sido llamados por la PYME ilku.Suena como un llamado de
superhéroe, tal vez
demasiado dramatizado, puede que sí, pero por lo menos desde mi punto de vista es así.
¿Por qué lo digo?, bueno, detallaré mi perspectiva, un poco fría, pero perspectiva al fin y al cabo:
Hace un par de semanas visitamos la micro empresa de luminaria
ilku, con la cual trabajaremos durante el semestre. Esta fábrica a pequeña escala se encuentra en
Quilpué, la cual trabaja a pedido con clientes muy cercanos, los cuales siguen adquiriendo luminaria, la cual se distingue de sus competidores
carnívoros de china gracias a la
alta calidad de un producto desarrollado con mucha dedicación y trabajo casi artesanal.Lamentáblemente, mientras conversábamos con la dueña de
ilku, me
dio la impresión de que eramos una especie de salvavidas, los
superhéroes llamados con un grito de
socorro para no morir en estos tiempos tan competitivos. Y lo denomino socorro por el hecho que no existían parámetros fijos en los cuales trabajar, me refiero a algún tipo de
idea del desarrollo posible.
Quedó de manifiesto el carácter
heredado de la empresa, esas empresas formadas con la idea de
manetenerse en el tiempo con un cierto esfuerzo que suponía una estabilidad lineal de la competencia nacional e internacional, pero como todos bien sabemos las cosas han cambiado desde la fundación de
ilku.
Nos encontramos frente a un mercado cambiante, en el cual
"te lleva la corriente si te duermes". Esto queda claro con el surgimiento de China como potencia importadora de diferentes elementos, dentro de ellos luminaria. Esto es lo que no se comprende, ya que por parte de esta
PYME, el concepto de competir no existe, y no como el "no competir" de
Apple (en el cual se habla
soberbiamente de que ellos siempre están un paso más adelante de la competencia), sino el del taparse los ojos frente a una calidad de producto (que si bien es buena) pero
no suficiente por sí sola para poder mantenerse en el mercado.Parece pesada mi visión, pero
creanme, no por criticar el asunto me desagrada, de hecho es lo contrario:
ME GUSTA!.
Si bien el encargo es difícil, no es imposible, y es necesario poder ver entre líneas para poder desarrollar el encargo. No se trata de llevar a
ilku a competir con grandes productores (cantidades producidas), sino ser capaces de
elevar a ilku por sobre la competencia, crear el elemento
diferenciador que permita destacar estas luminarias como un producto exclusivo.
Por nuestra parte,
Gianfranco y yo creemos que el trabajo consiste en
destacar el carácter casi artesanal, la dedicación a cada pieza, los materiales utilizados (metales de alta calidad) y el futuro diseño (el cual se encuentra en nuestra manos), una especie de
Rolls Royce del sector luminaria.
El trabajo es mucho y el tiempo es poco, solo queda esperar lo mejor de cada uno de nosotros, alumnos de taller 4 - 2008.
Que empiece la maratón de flujo diseñístico.